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Como prevenir el bullying en niños y adolescentes

Como prevenir el bullying en niños y adolescentes

¿Qué debemos hacer ante estas situaciones y/o cómo podemos prevenirlo?

Actualmente, los conceptos de Bullying o Acoso escolar siguen muy presentes en las escuelas siendo visibles en todas las etapas educativas. Principalmente, pueden verse en edades desde los 8 hasta los 16/18 años contemplando así los periodos de infancia y adolescencia.
Los niños/as y los/las adolescentes no son conscientes del peligro de la palabra “Bullying” y lo qué esta puede conllevar, ya no solo en la vida de quien lo padece sino de todo su entorno. Las familias y la escuela (docentes, profesionales y alumnos/as) deben de estar preparadas para poder prevenirlo y hacerle frente de la mejor manera posible para su resolución y, sobre todo, para el bienestar físico, mental y emocional del niño/a que lo padece.
Se entiende por Bullying o acoso escolar toda aquella conducta repetitiva y constante que interfiere en el bienestar total de la persona, a través de acciones discriminatorias físicas, verbales y/o psicológicas.

¿Cómo se siente el niño/a que padece Acoso escolar?

El/la niño/a y/ o adolescente que sufre bullying se siente solo/a, inseguro/a de sí mismo/a y triste. También, pueden tener conductas agresivas y distorsionadoras, sobre todo, fuera de la escuela como reflejo de su rabia acumulada en situaciones en las que se ha sentido débil e invadido por los demás.
Pueden ser extrovertidos y alegres, aunque la mayor parte de las veces se muestran tímidos e inseguros ante los demás por medio al rechazo. Esto ocasiona grandes dificultades de relación social e incluso rechazar el contacto total. En los adolescentes estas conductas se ven más aumentadas por el hecho de estar en una etapa de cambios madurativos.
Los que padecen Bullying tienen sentimiento de inferioridad ante el resto de las personas, con incapacidad para querer y poder gestionar cualquier acción simple, ya que piensan y sienten que los demás están por encima de ellos/as. Además, padecen constantemente de frustración, tristeza e ira que se van acumulando y pueden derivar a situaciones muy graves como, por ejemplo: conductas violentas hacia miembros cercanos suyos y/o hacia los demás, depresión severa o incluso pensamiento y/o acciones suicidas.
Son personas que luchan día tras día por intentar entender el motivo de su situación y lo que sucede a su alrededor; los más pequeños no entienden la razón por la que son rechazados por los demás, ellos necesitan encajar y tener amigos. Los más mayores su lucha va más allá, juntándose con elementos como la búsqueda de su propia identidad, factores de cambios (biológicos, sociales, de madurez), sentimiento de querer encajar con los demás y a la vez no saber lo que uno realmente quiere y/o siente, entre otros. Estas circunstancias tan comunes de la etapa infantil y adolescente aumentan cuando el alumno/a sufre acoso escolar.

¿Cuáles son los síntomas del Bullying?

  • Están tristes.
  • La gran mayoría son poco habladores/as o cuentan las cosas del colegio de forma superficial. Puede haber la excepción que sí cuenten lo que sucede, sobre todo, después de haber localizado y descubierto el problema.
  • No querer hablar de la escuela.
  • No hablar de tener amigos/as.
  • No querer ir a la escuela (se inventan excusas siempre que tienen la oportunidad).
  • Muy ausentes.
  • Más agresivos de lo normal.
  • Muy callado/a.
  • Duerme poco y con muchos miedos nocturnos.
  • Prefieren estar solos/as.
  • Pide constantemente perdón por todo lo que hace y/o dice.
  • Muy sensibles (llora y/o se enfada con facilidad).
  • Cualquier conducta fuera de lo común en la actitud y forma de ser del niño/a y/o adolescente.

¿Cuáles son las consecuencias del Bullying en los niños / adolescentes?

  • Depresión.
  • Sentimiento de soledad (rechazo).
  • Ausencia de sueño. La gran mayoría tienen pesadillas e incluso puede llegar a crearse el sonambulismo en los más pequeños.
  • No querer comer o comer muy poco. En algunos casos la ansiedad puede producir atracones de comida,
    esto puede ocurrir sobre todo en los más grandes.
  • Ansiedad.
  • Miedo y terror.
  • Rabia y agresividad. Conductas violentas fuera del entorno escolar. En algunos casos pueden llegar a tener estas conductas después de haber pasado el acoso escolar.
  • Regresión en el control de esfínteres (en los más pequeños).
  • Drogadicción (en adolescentes).
  • Autolesiones.
  • Pensamiento, intento y acto de suicidio (en todas las edades).
  • Sentimiento de culpa.
  • Otras enfermedades psiquiátricas: anorexia, bulimia, etc.

¿Qué debemos hacer ante estas situaciones y/o cómo podemos prevenirlo?

  • Ser conscientes de la gravedad de esta situación. Además, de saber diferenciar y entender qué es realmente el bullying y qué acción son “discusiones de patio”, pero que si no son tratadas de forma correcta pueda llegar a producirlo.
  • Potenciar la comunicación en todos los entornos posibles de la persona. No olvidar que a pesar de que son niños/as y /o adolescentes siguen siendo personas que sientes, padecen, piensan y actúan.
    Es necesario ofrecer un entorno apropiado para la expresión de sentimientos y pensamientos e intentar entenderlos.
  • No infravalorar lo que uno/a siente, piensa ni ponerles en duda cualquier acto que pueda expresar. Ofrecerles la oportunidad y confianza de que expliquen todo aquello que necesitan y mucho más.
  • Un buen clima de confianza en casa y en la escuela nos ayudará a poder saber, observar y alertar cualquier signo de acoso escolar, y si es así, poder actuar a tiempo. “hablar de cualquier cosa” es una forma amena, sencilla y útil para entender lo que ocurre en la vida de la persona.
  • Al niño/a y/o adolescente se le debe potenciar el sentimiento de apoyo y escucha para reducir el sentimiento de culpa y rechazo.
  • Los docentes y profesionales deben ser conscientes que estas situaciones existen y que pueden darse en cualquier momento y por cualquier circunstancia.
    Para ello, deben proporcionar un buen clima en el aula tanto con el docente como con sus iguales, para que se pueda exponer de forma libre y adecuada los sentimientos e ideas. Y, fomentar actividades de cohesión grupal.
  • En las familias el “hablar de cualquier cosa” es una forma amena, sencilla y útil para entender lo que ocurre en la vida de la persona y detectar cualquier situación.
    Los sentimientos de impotencia, frustración, rabia y tristeza sufridos por los familiares son naturales, pero deben saberse gestionar de forma adecuada y no ser mostrados al niño/a, ya que pueden ocasionarle más ansiedad y sentimiento de culpa por hacer sufrir a sus seres queridos.
  • Controlar las nuevas tecnologías, ya que son foco del ciberbullying en el que el agresor acosa a la víctima a través de redes sociales, plataformas online, WhatsApp, etc.
  • No todo acto o discusión (sea verbal o física) es bullying, pero si estas no son solucionadas debidamente pueden llegar a ocasionarlo; para ello, es esencial la comunicación entre familia – escuela y así, corroborar cualquier información e intervenir a tiempo ante cualquier acción de bullying y/o no acoso escolar.
  • Se debe de concienciar tanto a los más pequeños como a los más grandes la importancia del acoso escolar. Hay que enseñarles que cualquier conducta que perjudique al bienestar de sus compañeros/as y/o de él/ ella mismo/a se debe de informar inmediatamente para su resolución.
    Es necesario que entre ellos tengan valores de empatía, respeto, tolerancia e igualdad.


DESDE MI EXPERIENCIA:

El Proyecto de intervención de prevención contra el bullying que se lleva a cabo en los cursos de quinto y sexto de primaria, junto con la creación de este artículo está llevado a cabo a partir de mi propia experiencia profesional y, ante todo, vital sufrida en mi niñez.
Se quiere que los alumnos/as entiendan de forma plena y consciente este problema, además de mostrar a las familias y profesionales formas de poder ayudar ante esta situación que existe en nuestro día a día.
Es muy importante que los niños/as se sientan apoyados en todos los entornos en los que viven y puedan llegar a superar este reto de vida de la mejor manera posible e incluso, si es posible, evitar que lo padezcan.
La ayuda de profesionales (psicólogos/as) es esencial tanto para los que lo padecen como para las propias familias. Es duro ver como tu hijo/a, amigo/a o conocido/a padece acoso escolar y el sentimiento de impotencia y de querer frenarlo es constante, pero es más difícil superar aquello con lo que has tenido que vivir durante años. Por ello, el apoyo es esencial y la actitud de lucha, superación, valentía y ganas de querer erradicarlo.
Mi meta y finalidad como profesional es ir más allá de una “simple charla” de bullying, es decir, es querer lanzar una flecha, un aviso, una señal que vaya directa al corazón de todo aquel o aquella que lo escuche, lo viva y lo lea con la idea de cambiar un poquito más el mundo.

 

Melani Nin Puentes.
Pedagoga (Estudiante en prácticas de la UNED)

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